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Extensión del Sitio Personal de Gustavo Rivas (gustavorivas.com.ar)
lunes, mayo 31, 2004
RegisterFly = Ladrones
RegisterFly es una empresa que se encarga de "venderte" dominios. Si querés tener tu página con tu nombre o el de tu empresa .com, te comunicás con ellos y te lo venden.
El tema está súmamente simplificado para los que no tienen idea de qué es un dominio, pero básicamente es éso.
En
Sitios recomendados te recomiendo
la página de Luis Beltran. Ahora voy a contarte un poco la odisea por la que tuvo que pasar para recuperar sus pertenencias "virtuales":
La registración de un dominio es anual, aunque puede pagarse varios años por adelantado.
Cuando quiso pagar por dos dominios nuevos (un .com y un .org), entró a la página de RegisterFly que era con quien siempre registraba, completó el formulario de pago, y recibió un mail avisando que no se había concretado la operación.
Repite la operación, y nuevamente un mail de aviso de no concresión.
Como recién "la tercera es la vencida", insiste, sin conseguir que se realice el pago. Cambia de compañía registradora (godaddy.com) y la transacción se realiza sin inconvenientes.
Se olvida del asunto, hasta que le llega el resumen de la tarjeta de crédito: RegisterFly le cobraba 3 -sí, tres- cargos por registrar sus dominios... que por supuesto no había registrado.
Cancela los pagos llamando a su tarjeta y listo... Pero no, él sí que estaba listo.
RegisterFly le comunica que transfirió TODOS sus dominios a una cuenta "de fraude" apuntando luisbeltran.com a una página de publicidad, porque es una empresa que no admite que le hagan un "chargeback", -una cancelación de pago- ni siquiera cuando es porque te está robando.
Le dicen que pague 100,=U$S para que le devuelvan el dominio.
Lo discute, exige que revisen los pagos y ellos sólo le contestan "lo tendré que investigar, sólo sé que nos debe 100,=U$S".
Luego no le contestan más.
Pide explicaciones.
No se las dan.
Busca que le contesten en el servicio de ayuda on line.
No lo ayudan y le cortan el chat.
Desespera porque tiene clientes con sus dominios registrados en RegisterFly y teme que se los bloqueen.
¡Y se los bloquearon! Y éso que Luis no es el dueño, pero la cosa ya era a nivel mafioso.
Recurre a un
foro. Recibe solidaridad y ayuda -dentro de lo que cada uno puede-.
Consigue que RegisterFly reconozca su error, pero por ser él culpable de no haberse dejado robar, tenía que pagar 35,= U$S por los gastos que ocasionó.
Pagó, porque los de RegisterFly tenían a sus clientes como rehenes para poder extorsionarlo y cobrar el rescate.
Lógicamente va a cambiar de empresa, y lo mismo le va a sugerir a sus clientes.
A continuación les dejo lo que le dije a él:
Luis:
Lo peor de todo ésto, no es el daño que te ocasionan comercialmente, sino que te dejan con una sensación de desprotección absoluta, ya que no podés tratar el tema "cara a cara" con alguien, sino que lo hacés a través de un teclado, y donde el que está -por decirlo de alguna manera- hablando con vos, tiene tal control sobre la comunicación, que corta cuando se le canta.
Por otro lado, lo que te llevás de bueno es que ahora vas a ser más cuidadoso a la hora de elegir un prestador de servicios y que vas a leerte todos los TOS que encuentres por ahí.
Otra más a tu favor: Lo maravilloso de la solidaridad de los internautas, que sienten el problema como suyo y tratan desde donde estén de darte una mano.
Son las dos caras de una misma moneda. Por supuesto que con la segunda todavía puede ganársele a la primera.
¡Aguante Luis!
Todos deberíamos poner el tema en nuestras páginas para prevenir que caigan otros.
Este es el
link que te lleva a la nota sobre RegisterFly en su página.
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miércoles, mayo 26, 2004
Elogio del sentido común
Por: Eduardo Galeano
(Palabras dichas el 12 de mayo, en la apertura de los Diálogos del Fórum de Barcelona).
Nos reúne, en la mañana de hoy, la búsqueda de áreas de cooperación y de encuentro en este mundo enfermo de desvínculos.
¿Dónde podremos encontrar un gran espacio todavía abierto al diálogo y al trabajo compartido? ¿No podríamos empezar por buscarlo en el sentido común? ¿El cada vez más raro sentido común?
Los gastos militares, pongamos por caso. El mundo está destinando 2.200 millones de dólares por día a la producción de muerte. O sea: el mundo consagra esa astronómica fortuna a promover cacerías donde el cazador y la presa son de la misma especie, y donde más éxito tiene quien más prójimos mata. Nueve días de gastos militares alcanzarían para dar comida, escuela y remedios a todos los niños que no tienen. A primera vista, esto traiciona el sentido común. ¿Y a segunda vista? La versión oficial justifica este derroche por la guerra contra el terrorismo. Pero el sentido común nos dice que el terrorismo está de lo más agradecido. Y a la vista está que las guerras en Afganistán y en Irak le han regalado sus más poderosas vitaminas. Las guerras son actos de terrorismo de Estado, y el terrorismo de Estado y el terrorismo privado se alimentan mutuamente.
En estos días se han difundido las cifras: la economía de Estados Unidos está repuntando y ha vuelto a crecer a buen ritmo. Sin los gastos de guerra, según los expertos, crecería mucho menos. O sea: la guerra de Irak sigue siendo una buena noticia para la economía. ¿Y para los muertos? ¿Habla el sentido común por boca de las estadísticas económicas? ¿O habla por la boca de ese padre dolido, Julio Anguita, cuando dice: "Maldita sea esta guerra y todas las guerras"?
Los cinco países que más armas fabrican y venden son los que gozan del derecho de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. ¿No contradice el sentido común que los custodios de la paz mundial sean los que hacen el negocio de la guerra?
A la hora de la verdad, esos cinco países mandan. También son cinco los países que mandan en el Fondo Monetario Internacional. Ocho toman las decisiones en el Banco Mundial. En la Organización Mundial del Comercio está previsto el derecho de voto, pero jamás se usa.
La lucha por la democracia en el mundo, ¿no tendría que empezar por la democratización de los organismos que se llaman internacionales? ¿Qué opina el sentido común? No está previsto que opine. El sentido común no tiene voto, y tampoco tiene voz.
Muchas de las más feroces extorsiones y de los más atroces crímenes que el mundo padece se llevan a la práctica a través de esos organismos que dicen ser internacionales. Sus víctimas son los otros desaparecidos: no los que se perdieron en la niebla de horror de las dictaduras militares, sino los desaparecidos de la democracia. En estos años recientes, en Uruguay, mi país, y en América Latina y otras regiones del mundo han desaparecido los empleos, los salarios, las jubilaciones, las fábricas, las tierras, los ríos, y hasta han desaparecido nuestros hijos, que desandan el camino de sus abuelos, obligados a emigrar en busca de lo que desapareció.
¿Obliga el sentido común a aceptar estos dolores evitables? ¿Aceptarlos, cruzados de brazos, como si fueran la inevitable obra del tiempo o de la muerte?
¿Aceptación, resignación? Reconozcamos que poquito a poco, el mundo va siendo menos injusto. Por poner un ejemplo, ya no es tan abismal la diferencia entre el salario femenino y el salario masculino. Poquito a poco, digo: al ritmo actual, habrá igualdad de salarios entre los hombres y las mujeres dentro de 475 años. ¿Qué aconseja el sentido común? ¿Esperar? No conozco a ninguna mujer que viva tanto.
La verdadera educación, la que proviene del sentido común y al sentido común conduce, nos enseña a luchar por la recuperación de todo lo que nos ha sido usurpado. El obispo catalán Pedro Casaldáliga lleva largos años de experiencia en la selva brasileña. Y él dice que es verdad que más vale enseñar a pescar que regalar pescado, pero advierte que de nada sirve enseñar a pescar si los ríos han sido envenenados o vendidos.
Para que los osos bailen en los circos, el domador los amaestra: al ritmo de la música, les golpea las ancas con un palo erizado de púas. Si bailan como deben, el domador deja de golpearlos y les da comida. Si no, continúa el tormento, y en las noches los devuelve a las jaulas sin nada que comer. Por miedo, miedo al castigo, miedo al hambre, los osos bailan. Desde el punto de vista del domador, esto es puro sentido común. Pero, ¿y desde el punto de vista del domado?
Setiembre de 2001, Nueva York. Cuando el avión embistió la segunda torre, y la torre crujió, la gente huyó volando escaleras abajo. Entonces los altavoces mandaron que los empleados volvieran a sus puestos de trabajo. ¿Quiénes actuaron con sentido común? Se salvaron los que no obedecieron.
Para salvarnos, juntarnos. Como los dedos en la mano. Como los patos en el vuelo.
Tecnología del vuelo compartido: el primer pato que se alza abre paso al segundo, que despeja el camino al tercero, y la energía del tercero levanta vuelo al cuarto, que ayuda al quinto, y el impulso del quinto empuja al sexto, que presta fuerza al séptimo.
Cuando se cansa el pato que hace punta, baja a la cola de la bandada y deja su lugar a otro, que sube al vértice de esa uve invertida que los patos dibujan en el aire. Todos se van turnando, atrás y adelante. Según mi amigo Juan Díaz Bordenave, que no es patólogo pero sabe de patos, ningún pato se cree superpato por volar adelante, ni subpato por marchar atrás. Los patos no han perdido el sentido común.
Fuente:
Diario La Brecha, Montevideo, Uruguay
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lunes, mayo 24, 2004
Un siglo genocida
Guerras hubo siempre. En las guerras se mata o se muere. También quedan heridos, mutilados, huérfanos y exiliados.
Mi hijo Hernán, leyendo la excelente revista
LA AVENTURA DE LA HISTORIA año 1 Nº8 junio de 1999, se encuentra en la página 16 con una nota con el título:
UN SIGLO GENOCIDA. Asombrado, hace referencia a algunos de los datos allí volcados. La nota era una visión de la barbarie del siglo que aún no había terminado.
Las cifras espantan, y lo peor, es que aún se sigue en el mismo sentido.
Este es un resumen de hasta dónde hemos llegado:
2ª GUERRA MUNDIAL: 6 millones de judíos, 20 millones de soviéticos (¿o 50?), 4 millones de polacos y 1,5 millones de serbios.
GUERRAS BALCÁNICAS(1912-1913): Turcos, serbios, búlgaros y griegos. 50.000 muertos y más de 1 millón en el exilio.
REVOLUCIÓN SOVIÉTICA (1919-1932): 20 millones, 14 de ellos ucranianos.
INVASIONES JAPONESAS: Nankín (1937) 300.000 muertos con 57.000 fusilados en una sola sesión. Sumándole la GUERRA CIVIL CHINA: más de 20 millones.
1ª GUERRA MUNDIAL: 6,5 millones. 2 millones de armenios a manos turcas.
DESINTEGRACIÓN DE YUGOSLAVIA (1991-1999): Más o menos 326.000 muertos y 3,5 millones de refugiados.
INDIA Y PAKISTÁN (1947-1948): 500.000 muertos por persecuciones religiosas.
CAMBOYA (1978-1992): 2 millones, "un tercio de la población".
REPRESIÓN TURCA, IRANÍ E IRAQUÍ CONTRA LOS KURDOS (-1919-1999): varios millones. desde 1980, destrucción de más de 10.000 aldeas. De 33 millones de kurdos, más del 20% son refugiados o emigrados.
RUANDA (1995-1997): Más de 1 millón en guerras tribales.
SUDÁN (1965-1999): 300.000 entre muertos y esclavos.
BIAFRA (1967-1970): entre 500.000 y 1 millón de muertos con 2 millones de refugiados y deportados.
ISRAEL-PALESTINA (1948-1999): más de 50.000 muertos y 5 millones lejos de su tierra o sin derechos en ella. Pero esta situación sigue hasta hoy.
Lo que queda claro en este informe, es que el hombre sigue haciendo lo mismo que cuando éramos poco más que animales.
Cuando uno cree que la cultura y la civilización podrían ser los anticuerpos que nos curaran de la barbarie, uno descubre -con sorpresa, indignación y espanto- que se utilizan para poder seguir haciendo lo mismo.
Ricos contra pobres -que hace que los pobres lo sigan siendo y aún más-, para que los que menos tengan estén supeditados a los designios de los poderosos. No olviden que (dinero+salud+educación) siempre es > que (pobreza+enfermedad+ignorancia).
La religión, que en la mayoría de las veces suele ser un compendio de urbanidad y profilaxis se convierte en el argumento perfecto -son los dioses los que lo determinan- para eliminar a los que profesan una religión diferente. Ésto sólo es posible gracias a nuestra capacidad de "interpretar" lo que está escrito, ya sea en un libro sagrado o en las leyes del país.
Atila y Hitler han hecho lo suyo, pero si realizamos un difícil ejercicio: colocar los datos de los hechos si poner nombres, fechas ni lugares, llegaríamos a la conclusión de que no fueron los únicos, sino que fueron los que por haber perdido y/o muerto, simplemente tuvieron mala prensa.
Tantos muertos, esclavos, degradados y exiliados no son producto exclusivo de la labor de estos dos personajes.
Hoy se mata con más tecnología. Se tortura -física y síquicamente- con técnicas tal vez más depuradas. Actualmente se desplazan millones de personas y no sólo geográficamente, sino social y culturalmente.
Se han expuesto infinidad de argumentos para llevar a cabo todas estas atrocidades.
¿Alguna vez encontraremos argumentos para detenernos?
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miércoles, mayo 19, 2004
¿Y vos qué sabés?
A partir del asombro -o no, yo tengo un hijo adolescente- por el examen que les tomaron a los alumnos de la carrera de derecho de la Universidad de La Plata y que fue ampliamente comentada en todos los medios -
Clarín,
Página 12- me ha surgido una reflexión:
¿Qué es lo que tendrían que saber?
Porque los que fuimos educados en otra sociedad, sin PCs, sin internet ni televisión por cable, más allá de ver un rato de tele a la mañana y otro a la tarde, había que divertirse jugando -se podía salir a la calle más tranquilo- o leyendo.
Se veía la tele, pero uno no encontraba canales que pasaran películas las 24 horas, sino que cuando había alguna, fuera de lo que fuera, se veía, se veían series y documentales, pero siempre era "un poco".
Había tiempo para saber -más o menos- cómo era el mundo y cómo iba.
Hoy mi hijo sabe cuánto cuesta y cómo se construye un avión de combate SUPERFIGHTER SFX10000, pero se me tilda cuando le pregunto algo que para nosotros -mi señora y yo- es básico y cotidiano.
El no tiene la culpa, en la escuela no lo ve, y en casa, lo que ve por la tele suele tener tufillo a alineación con el mayor productor de autoimagen del planeta.
No quiero que eliminen la televisión por cable, que puede ofrecernos cosas interesantes, ni internet, donde uno puede encontrar voces, tales como Eduardo Galeano, Noam Chomski o Michael Moore, entre otros que no repiten lo que dicen los dueños del poder.
Pero volviendo al asunto de qué es lo que deberían saber, me pregunto: ¿No sería lógico crear una materia en la secundaria que además de enseñarles lo básico y elemental como para salir al mundo, le inculcara el deseo de querer saber qué más hay ahí afuera?
Por supuesto que los que estudien leyes deberían saber mínimamente lo que este profesor de derecho romano les preguntó, que a los que estudien medicina les pregunten cosas que sean de interés para los que están en esa carrera, y así para cada orientación.
No me interesa saber quién fue el decimoquinto presidente de la Argentina tal como lo aprenden -por lo menos así lo muestran en la tele- los norteamericanos, pero sí que conozcan aunque no sea necesariamente todos en orden, cuáles fueron nuestros presidentes y que también sepan cuáles fueron los que lo fueron de facto, marcándoles muy bien la diferencia entre ambos.
En la oficina, todos pasamos el test aunque ninguno con 10. Pero "lo pasamos", ninguno hubiera tenido que recursar.
Pero todos tenemos más de 30 años.
¿Alguien conoce algún/a veinteañero/a que se anime a contestar las preguntas del profe?
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martes, mayo 18, 2004
sInjusticia
18/05/04
El domingo 16 nos desayunamos con que la justicia indagaría a un inescrupuloso ladrón que le había robado un juguete de $70,= (+/- U$S25,=) a un inocente niño de 6 (sí, seis) años.
!Cuánta indignación! Quién sabe con qué fin le había sido hurtado su preciado (?sobrevaluado?) muñeco.
!Qué suerte que la tan vapuleada Justicia Argentina actuó con la celeridad que tantas veces le pedíamos!...
Después de ese desayuno, vino la indigestión: El malhechor desalmado tenía 5 (sí, cinco) años.
Debía ser un error, seguramente faltaba un número delante o detrás del 5.
!Cómo la Justicia Argentina iba a indagar por el hurto a un chico de cinco años!...
No había error. Citaban a un ladrón que era cabecilla de una banda llamada "los capos de la salita celeste".
Sorpresa, indignación, bronca, risa, vergüenza ajena, etc.
El fiscal no había reparado en la edad del imputado. La comisaría que tomó la denuncia no se había dado cuenta de la edad del denunciado. La madre (que es policía) no se había dado cuenta de que no podía denunciar a una criatura. La maestra que le confirmó que esa nene era el autor material del robo, no había sido testigo del hecho, y ni siquiera había visto el juguete en cuestión. Nadie tiene la menor idea de dónde está el muñeco.
?Es que acaso lo tienen secuestrado para pedir un cuantioso rescate? ? A cuánto ascenderá la suma solicitada? A 100.000 caramelos? ?Un mega de confites? ?Quizás la colección completa de las figuritas de Pokemon?
Por supuesto que se han levantado los cargos, se ha anulado todo lo actuado hasta ahora
-ver nota-, pero, YA ESTÁ HECHO.
Hagan lo que hagan, digan lo que digan, el disgusto de la familia del acusado, lo que el chico pudo haber padecido con el careo con los padres de la víctima, con la maestra, con Dios y María Santísima (frase antigua si las hay), no va a desaparecer mágicamente.
Y ahora que escribo ésto, recuerdo que hace un tiempo, la justicia de la provincia de Córdoba condenó (creo que) a 2 años de prisión a un individuo que hurtó una moneda de $1,= para dar con éso un ejemplo de que la justicia es justa. No sólo a los ladrones de gallinas se los encarcela...
Nuestra Justicia ha dejado libres a los genocidas, a los que han vaciado el país, a los que lo entregaron, a los que se han robado todo lo que pudieron siempre y cuando fuera patrimonio de los argentinos, a los cómplices de todos los arriba mencionados...
Por éso el título de este blog: una mezcla de INJUSTICIA y de SIN JUSTICIA.
Ojalá que cambie... para mejor.
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viernes, mayo 14, 2004
Le doy la razón a La Nación
No es este diario santo de mi devoción.
Siempre fue un diario golpista y de derecha.
Es una publicación dirigida a una clase social que no es la mía. Ni de la mayoría de los argentinos.
Si bien no soy asiduo lector de este diario, no recuerdo haber estado de acuerdo con él anteriormente.
Por lo menos hasta hoy. Hasta esta nota.
Sección: NOTAS
Página 21
Obediencia sonriente
Por Alicia Dujovne Ortiz
Para LA NACION
PARIS
Las imágenes de los campos de exterminio nazis son, obviamente, atroces. Recuerdo una, extraída de un documental filmado por los mismos nazis, que me impresionó en particular. La imagen era infinitamente menos terrible que tantas otras: un soldado alemán observaba el vagón de ganado donde los deportados judíos habían sido amontonados y se reía. Su risa reflejaba una mezcla de infantilismo y sensualidad; el soldado gozaba como un niño que martiriza a un bicho.
Al escuchar, años más tarde, relatos directos de sobrevivientes de Auschwitz, la risa del soldado me volvió a la memoria. Muchos de los guardias alemanes ideaban torturas que iban de lo más horrible a lo menos, pero que casi siempre incluían la diversión. Reunir a los prisioneros muertos de hambre, desatar lentamente ante su vista los paquetes con alimentos que, con extraña ingenuidad, les enviaba la Cruz Roja, ir sacando del paquete galletita tras galletita y comérselas ellos, despacio, de a poco, con un demostrativo deleite, mientras los esqueletos vivientes se desmayaban ante el olor de la comida, formaba parte de un solo y mismo universo.
¿Cuál? Todos hemos oído hablar de la célebre experiencia llevada a cabo hace unos años por la universidad de Yale para medir el grado de sumisión a la autoridad y de obediencia a las órdenes de un grupo de voluntarios que habían respondido a un aviso.
El programa se llamaba Estudio de la Memoria. Pagaban cuatro dólares por hora a los que quisieran representar el papel de "maestros". Los "alumnos", ubicados frente a los "maestros", debían responder las preguntas que éstos les formulaban de acuerdo con las indicaciones de un profesor de psicología a cargo del experimento. Un aparato eléctrico producía descargas que iban de los 15 a los 450 voltios. Cuando los supuestos alumnos, que en realidad eran actores contratados para fingir dolor, se equivocaban en sus respuestas, los voluntarios, convencidos de colaborar con un experimento pedagógico avalado por la autoridad científica, recibían la orden de castigarlos enviándoles descargas cada vez más intensas.
A mayor intensidad de la descarga, mayores las protestas de las víctimas, sus muecas de dolor y, por último, sus contorsiones convulsivas. Pero, por si las muestras de sufrimiento no fueran lo bastante elocuentes, cada botón del aparato llevaba la especificación del voltaje y de su intensidad: slight shock , moderate shock , strong shock , hasta llegar a Danger: severe shock . Algunos voluntarios abandonaron la sala al darse cuenta de lo que se pretendía de ellos. Otros llegaron hasta los niveles intermedios y abandonaron también. El porcentaje de los que escalaron todos los niveles hasta llegar al límite máximo -el de la "obediencia debida", como decíamos, ayer, en la Argentina- fue del 65 por ciento.
Lo extraordinario del caso, aparte del experimento mismo, es su conclusión. Los instigadores del suplicio teatralizado concluyeron que esos "torturadores" no tenían particulares tendencias agresivas, sino sólo respeto por la autoridad. Era gente normal que obedecía órdenes y punto. La misma teoría de Hannah Arendt cuando afirmó, en 1963, que Eichmann no era un monstruo sádico, sino un burócrata obediente.
Periódicamente nos ha tocado asistir a juicios en los que la sumisión a las órdenes ha servido de cobertura para lo que, desde un punto de vista ético, resultaba monstruoso. Según esa teoría, el culpable de la crueldad no es el individuo cruel, sino el sistema, que, al abolir la conciencia individual, lo obliga a cometer crueldades a la manera de un autómata desprovisto de toda emoción.
Estas reflexiones cobran actualidad ante las torturas infligidas por soldados norteamericanos y británicos a prisioneros iraquíes. También esta vez el sonsonete es el mismo: las soldaditas de aspecto angelical que se divirtieron humillando, violando y martirizando a hombres desnudos y encapuchados sostuvieron que cumplían órdenes.
Ninguna duda puede caber al respecto: tanto Joseph Mengele ,en Auschwitz, como el mayor general Geoffrey Miller -encargado del centro de detención de Guantánamo y enviado a la prisión de Abu Ghraib para enseñar a los soldados de la coalición, o de lo que queda de ella, a preparar a los prisioneros para hacerlos hablar- han impartido las órdenes que sabemos. Lo mismo hacía Saddam Hussein, lo mismo hicieron, y hacen, dirigentes de países que ahora se horrorizan ante los desatinos cometidos por los soldados de Bush y de Blair.
Sabemos todo eso. No ignoramos que parte del entrenamiento de ciertas tropas consiste en padecer torturas para aprender a aplicarlas. Pero lo que nadie puede ordenarle a nadie, y es ahí donde disiento con la conclusión del experimento de Yale y con la de Hannah Arendt, es la sonrisa.
Esa sonrisa fotografiada y filmada en abundancia, tanto durante el nazismo como ahora, en Irak, no surge en el rostro de los jefes, sino de los subalternos. La que sonríe es la mano de obra. Hitler no se reía. Salvando distancias, Rumsfeld tampoco. También nuestro Videla se mantenía serio como perro en bote. Al menos en público, los que dan órdenes deben mostrar un rostro grave, tendiente a que la obediencia parezca responder a un esquema coherente, a una razón, como la del profesor de psicología que investigaba "la memoria". Cubiertos por el esquema (la "solución final", la "libertad" para Irak o la guerra contra la subversión), los torturadores pueden dar rienda suelta a tendencias más o menos ocultas que, en mi humilde opinión, y desgraciadamente para lo que ha dado en llamarse el ser humano, incluyen el placer de la crueldad.
Auschwitz no era una perfecta fábrica de muerte, aséptica y organizada, como se la ha querido mostrar: era un loquero conducido por guardias permanentemente borrachos, que vivían de fiesta. Mengele no era un burócrata ni un autómata: era un tigre dominado por cóleras que le ensangrentaban los ojos. Nada sabemos sobre las soldaditas angelicales de Abu Ghraib, salvo que también ellas han caído en la consabida tentación de fotografiar sus hazañas, muertas de risa, exactamente como lo hacen los pedófilos sádicos que filman las suyas para vender los videos a precio de oro. La reiteración de episodios atroces como los de Kosovo o Ruanda, o el incremento mundial de las redes de prostitución infantil con fines no sólo sexuales, sino también criminales, nos lo están diciendo con claridad: las palabras: "Nunca más" son una expresión de deseo, un objetivo al que tender, aun sabiendo que el alto porcentaje de "obedientes" capaces de llegar a los 450 voltios espera, en general sin saberlo, la oportunidad de estallar en esa clase de risa.
¿Cómo surge el sadismo, cómo nace, qué le permite desarrollarse, qué vigilancia se requiere para detectarlo, qué trabajo tenaz y vigilante para amansarlo siquiera un poco? La madre de una de esas soldaditas torturadoras apareció en televisión aseverando, con aire ultrajado, que ésa no era su hija, que su hija nunca había sido así. Con otra gente, puede que no; con el gato, seguro. Sin necesidad de recurrir a experimentos eléctricos, todos tenemos algún recuerdo infantil relacionado con el 65 por ciento. Yo tenía siete años cuando, en un hotel, de vacaciones, por las noches, los chicos se reunían a juntar sapos para arrojarlos a la caldera. Nadie les ordenaba hacerlo. No he olvidado sus carcajadas. Eramos pocos los nenes que corríamos a ocultar nuestro llanto por los animalitos quemados, y por las burlas que suscitaba nuestra negativa a echarlos al fuego.
El último libro de Alicia Dujovne Ortiz es Anita cubierta de arena (Alfaguara).
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Viva la joda
Siguiendo con el tema de Cosmopolitan nos encontramos en la página 60, en la sección más placer, con "la nota intitulada" Cómo ser la reina del disfrute.
Te da 4 opciones, o movidas como prefieren llamarlas:
Movida 1.- Vayan con una amiga a una librería a comprar las últimas revistas o best sellers que morís por leer. O podés invitarla a tu casa para ver juntas un capítulo de CQC una noche a la semana.
Mis ADD ONs: Los libros y las revistas, pueden leerse "de ojito", de atrás para adelante, salteando renglones, leyendo en voz alta un rengón cada una, siempre tratando de mantener la entonación. Con lo de CQC, tienen otras opciones geniales, tales como grabarlo y volverlo a ver hasta aprendérselo de memoria, o verlo sin volumen y tratar de adivinar qué comentan Mario y su equipo.
Movida 2.- Si tienen un día lleno de trámites, hagan un break en una linda confitería y corten el día mientras toman un café con medialunas sentados en una mesa a la vereda. Hacer este tipo de cosas puede hacerte sentir increíblemente cerca.
(¿de dónde, del tránsito?)
Mis ADD ONs: Si el break es al mediodía, hasta pueden pensar en un almuerzo, y los días de lluvia, ésos que a vos te ponen tan romántica, tomar el cofi con jaf muns en la vereda, puede llegar a ser ¡Increíble!
Movida 3.- Planeá ir con amigas al mismo centro de belleza para hacerte los pies, una tarde luego de la oficina. Y chusmeen mientras disfrutan de un cálido masaje de pies.
Mis ADD ONs: No sé si recuerdan a Los Tres Chiflados cuando van a la peluquería disfrazados de mujer y Curly se hace pasar por pedicura...
Movida 4.- Cualquier noche de la semana, encontráte (acá me remito a
ORTO-GRAFIA) con amigas o compañeras de la facu en la casa de alguna y hagan una "maratón de música". todas deben aportar melodías. ¡Gana la que encuentra las canciones más antiguas!
Mis ADD ONs: Si querés ser la reina de la velada, empezá a buscar en National Geographic Channel, en Discovery Channel, en Canal á o en People and Arts, que en una de ésas, vas a poder encontrar a los aborígenes australianos -si, esos morochones de narices anchas y aplastadas- que son los únicos que conservan su cultura tal como era hace unos miles de años, y vas a poder ver cómo son sus canciones, que increíblemente ejecutan en instrumentos musicales que dan "una sola nota".
Nadie te va a poder superar... Aunque pensándolo bien, después de haber visto estos canales durante un tiempo, probablemente no te interese la Movida 4, ni la 3 ni la...
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jueves, mayo 13, 2004
ORTO-GRAFÍA
Por accidente -nadie está excento de tener uno- cayó en mis manos la revista Cosmopolitan de mayo de 2004.
La curiosidad -que no sólo mata gatos-, mata el aburrimiento.
Comencé a hojearla y una de las primeras páginas que veo (la 136) tiene unas recetas que suponían que más que el apetito estomacal, te abrirían el sexual.
Ya en el subtítulo hubo algo que me puso en alerta: ENCENDÉLO. Pensé que al corrector se le había escapado el acento y pasé a las recetas propiamente dichas.
Al alerta dejó paso al asombro, y ya en la segunda receta, se abrió paso la indignación.
¡La página estaba llena de palabras graves mal acentuadas!
En una carilla, con fotos, encabezado grande y bastantes espacios en blanco, éstas eran las palabras que de manera subrepticia atentaban contra la lengua de Cervantes.
agregále (2)
ponéle
pelálas
cortálas
condimentálo
deshacélo
retiráles
cortála
rociála
agregálo
cortálo
ponélas
echále
¡Pobre manco!, se la estaban comiendo en escabeche, a la vinagreta y en guiso.
En un estado de paranoia total, abrí la revista al azar en diferentes páginas, y allí estaban las palabras mal acentuadas que no habían podido meter en la nota gastronómica.
No alcanzaba con los periodistas, conductores de televisión/radiofónicos y comunicadores que utilizan el "habría" y el "tendría" de manera criminal; ahora los medios gráficos colaboran con ellos.
¿Para cuándo una Ley de Defensa del idioma? porque aunque sigan escribiendo o hablando mal, al menos, que sean punibles de castigo: Escribir -a mano alzada- 1.000 veces la palabra o la frase errónea. Para los locutores, de 1 a 5 minutos de silencio ante las cámaras y para los de radio, de 1 a 5 minutos, silbado de la música del Himno al Idioma Español que habrá que crear a tales efectos.
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lunes, mayo 03, 2004
Todo lo que siempre quiso saber de Google y no podía encontrar dónde buscarlo.
Google Dance. Frase que desde hace un tiempo viene escuchándose por ahí con insistencia. Todos -o casi- tocábamos de oido.
¿Cómo consigo que me listen?
¿Por qué no aparezco?
¿Por qué estoy donde estoy en el ranking?
¿Qué pasa si mudo mi sitio?
Y mil qués, cómos y porqués que nos atormentan a la hora de posicionar un sitio.
Para dar con la respuesta "oficial", podemos remitirnos al sitio donde todas nuestras dudas serán respondidas:
http://www.google.com/webmasters/ y no necesitemos especular ni oir de especulaciones.
Pero... ¿será todo tal como Google afirma?. Por supuesto, esto es una especulación de mi parte.
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